Escondido
en la noche recelo y te miro,
a
hurtadillas me siento perdido, sin embargo te espío.
Y
te veo desnuda y te miro,
contemplo
en tus ojos su brillo,
y
me adentro, y me siento simple,
cual
ladrón con las manos llenas.
Me
acaricio y me siento vivo,
mi
piel se ruboriza, tanto que duele,
aun
sigo escondido.
Mi
mirada perdida en tus ojos,
mis
sentidos soñando contigo.
Aporreo
con mis nudillos el suelo,
esa
tierra dura que agostada sueña...
Y
mi mirada se pierde en tus ojos,
te
siente conmigo.
Y
al mirarte espero tu guiño,
tu
miras enfrente y ves lo que quieres,
mi
sueño se pierde a tu lado,
el
tuyo resbala al mío.
Y
sigo perdido en mi esquina,
mirándote
a hurtadillas,
recogido
en mis pobres miserias,
el
silencio no rompe, se estanca.
La
luz de repente cambia su brillo,
en
tus ojos fulgura y te absorbe.
Me
despierto del sueño inconcluso
deseo no haberlo tenido.
Francisco
Javier Ramos Alija, 28 de Septiembre de 2015
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