Foncebadón

Foncebadón

martes, 15 de septiembre de 2015

Tu mirada en la mía


Tu mirada en mis ojos ruboriza mi cara,
sensación que estimula,
que en si misma, embriaga.

La tensión contenida se dispara al instante,
fluye y escapa buscando cobijo,
encuentra un resquicio de paz y sosiego.

A mis años me siento perdido,
mi piel se estimula cual adolescente sombrío.

Sin embargo me miras y ahora te miro,
te busco en los ojos y te veo en los míos.

Tu sonrisa me agrada,
despierta mi sino.

Te miro de nuevo y te siento tranquila,
te veo cual lucero del bar en su barra,
tu acompañante perdido...

Y yo en tu mirada
y tu mirada en la mía.

Tu sonrisa que crece,
que busca la mía.

Nuestra compañía perdida,
mi mirada en la tuya,
la tuya en la mía...

Encamino mis pasos al baño del fondo,
te sigo mirando cual bobo perdido.

Me sigues al poco,
te siento a mi espalda.

Me vuelvo despacio,
tu mirada en la mía.

Abro la puerta, el paso lo cedo,
me miras sonriendo,
sonriendo te miro.

Entramos al baño, te meso los pelos
me mesas los míos.

Tu boca me embriaga,
me embriago contigo.

Ni una palabra, tan solo el jadeo.
Nos miramos a oscuras,
nos sentimos, nos vemos.

Me dices adiós,
me siento perdido...

Salgo deprisa,
te veo en la barra,
acodado a tu lado, tu acompañante te mira.

Y yo como un tonto paso silbando,
mirando de reojo tu sonrisa encendida.

Retorno a mi puesto,
te miro y me miras.

Me incitan a irme,
me voy compungido...

Mi mirada en la tuya,
tu sonrisa en la mía.


Francisco Javier Ramos Alija 15/9/15


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