Yo en vosotras soy uno solo,
sois mi luz y mi guía,
mi acompañamiento y mi sueño,
el embés de mi armonía.
Entrasteis en mi en el ensueño,
tres golpes en mi encéfalo.
Bruscos en tu caso, hija…
Largos en el tuyo, madre…
Estáis en mi, no lo dudo,
Me encanta nuestro viaje juntos.
Me dais paz y consuelo…,
Me dais vida y no entiendo…
Vivo sin vivir en mí y entiendo al viejo poeta,
sus lejanas palabras están a mi vera.
Reconozco la luz cuando cierro los ojos,
La palpitación incesante que en verde me alumbra…
Me regodeo en mi suerte: vosotras.
El tiempo ya no es importante…
Ahora sigo sin entender casi nada,
y digo casi por si las moscas…
Mi ser transita en un rumbo que ahora se, prefijado…
Me alienta el no saberme solo.
Mi aliento sois dos hermosos luceros,
dos inmensas luces que viajan a la eternidad conmigo.
Francisco Javier Ramos Alija
23/7/21
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