Foncebadón

Foncebadón

martes, 15 de febrero de 2022

Rotundamente

 




¡Rotundamente no! —así me dijo.

Perplejo, miré al horizonte,

mi vista perdida se encontró con la nada,

mi inocencia perenne tornó de color.


¡Afortunadamente, si! —me dije impasible.

El color y sus brillos atrajeron a mis ojos,

la perdida palabra sonó muy adentro.

Grité con ira a la mirada impasible

Anudé mis cordones y caminé…


A veces recuerdo aquellas palabras,

el no que sucumbe a la ira,

el si que aparece imposible…


Me digo que que hay luz en la noche,

vida en la muerte, amor en el odio…


¿Seré, acaso, de nuevo un ingenuo?

Quien sabe, tal vez esté muerto



Francisco Javier Ramos Alija

15/2/2022


viernes, 11 de febrero de 2022

Nuestra pérdida

 


La aurora me muestra un sueño escondido,

viene a mi, cual esperanza.

Disfruto en la luz siendo noche cerrada,

mi cuerpo se aplaca y espera tranquilo.


Aparece liviana, sencilla y atenta…,

me mira y me habla cual si el ahora existiera…,

le hablo y me dice, le digo y contesta…,

me mira y sonríe, la miro y la quiero.


El sueño se escapa y me desespero…,

la tenía tan cerca que pensé que era eterno.


Despierto vehemente, iracundo y perdido,

me mira mi chica y yo me levanto…

¿te pasa algo? —me dice.

La tenía a mi lado —contesto.


Me mira profundo y ambos lloramos,

las lágrimas tristes de nuestra pérdida.


Francisco Javier Ramos Alija

11 de febrero de 2022

martes, 8 de febrero de 2022

La Visión

 



Susurro con espanto a mi visión retenida,

un áspero viajero que se adentra en mis entrañas…

La luz atormentada de espesa locura

que persiste indómita hasta el prócer en aquel tiempo.


Retengo en silencio la visión anodina,

estampa infeliz de retruécano imposible.

Advierto, cual pájaro, la lombriz en la tierra,

el hambre que azota mi pico impoluto…,

estructura adventicia de paredes y cañas

que recuerda un invento del audaz Miguel Ángel.


Somero reviso la paz de mi presa,

el pedazo de carne que me aposta imposible,

las livianas maneras de decir lo importante,

la penosa lujuria que anida en su gula…,

el sabor agridulce del ardiente bocado.


Sospecho que el mundo descansa en su sueño,

mi mirada perdida no importa a ninguno.

Me siento tentado a gritar mientras pienso,

empero, la luz dulcifica mi sueño.



Francisco Javier Ramos Alija

8/2/2022