Foncebadón

Foncebadón

martes, 16 de mayo de 2017

Un silencio imperdonable




Lleno de preocupaciones, repleto de incertidumbres...
Perdido entre miserias humanas,
también junto a la muerte… ¡Regreso!

Y miro mi universo inestable, lo mimo.
Y presiento su mundo intangible, lo amo.
Desnudo descubro mis manchas,
desnuda la veo impoluta.

Me pregunto si el alma es posible,
pues aunque la vida está llena de almas,
las penas se apiñan en ellas.

Y regreso al ruido imposible:
Penetro en la diáfana estancia,
me cuelo, paciente, en la espera,
me siento con fuerzas, sin pena.

Y aplaudo la suerte de vida,
ese sueño perdido en la inconsciencia.
Me siento a su vera en la escucha,
persisten los ruidos sin ritmo…
La esencia de una vida inconexa.

Francisco Javier Ramos Alija, 16 de Mayo de 2017


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