Foncebadón

Foncebadón

viernes, 19 de agosto de 2016

El desvelo y yo




Que la luz te desvele,
que la sombra te cobije,
que la paz te alimente,
que el desvelo se impaciente.

A la sombra de la higuera te sigo esperando,
desnudo, sin abrigo y con suerte.
Despejo mis dudas al comprender tu ventura,
pero cansino me acomodo a la espera.

En silencio perpetuo mi lucha,
me giro en silencio y te veo:
Estás tan lozana y lejana,
que envidio tu suerte.

Y aparece el deseo, ese animal impasible.
Lo ahuyento a voces, ni se inmuta.
Lo llamo torpe y se revela.

Me miro en un espejo de agua fresca,
y al verme me reconozco otrora perdido.
Y así me pasan los días, en silencio,
ingobernable, sin rumbo.



Francisco Javier Ramos Alija 19/8/2016

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